Su origen procede del antiguo Siam (Tailandia).
El Siamés es un gato muy afectuoso y suele demostrarlo
frecuentemente, para convivir bien con un gato de esta especie hay que
acostumbrarse a sus maullidos continuos, ya sean de alegría como los
más graves característicos del celo.
El Siamés no necesita una atención demasiado
meticulosa, su pelo corto requiere un buen cepillado de vez en
cuando para evitar la acumulación de pelo muerto.
Las enfermedades o lesiones más frecuentes son el
Estrabismo (alteración del nervio óptico producida por el gen cs) y los
nudos en la cola (alteración en los cartílagos del esternón).
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